Pies planos en niños
Hoy vamos a hablar sobre los pies planos en niños, algo que, en la infancia y sobre todo, en los inicios de la marcha preocupa a los papas.
Pues debemos saber que, lo normal en los niños es que tengan fisiológicamente los pies planos en los primeros años de su vida, porque la musculatura de su arco plantar todavía no se ha formado, se encuentra más tejido adiposo/graso en esta zona, y, es raro encontrar una bóveda plantar aumentada en los pequeños.
Cuando encontramos a un niño en bipedestación, sus pies reciben el peso de todo el cuerpo, y esta carga se debe de distribuir de manera simetría entre ambos apoyos, provocando de esta manera una desviación del calcáneo (el hueso que está en el talón) en “valgo” (desviación del calcáneo hacia dentro y del talón hacia fuera). Lo que vemos desde fuera es como el arco longitudinal interno del pie (borde interno del mismo) está disminuido y contacta con el suelo en todos sus puntos.
La formación del arco plantar se lleva a cabo durante los primeros años de vida, y continua en desarrollo hasta la adolescencia, pero es durante los 3-5 primeros años (según las características de cada niño físicas, morfológicas, de alineación postural) donde se empieza a disminuir la cantidad de tejido adiposo que abunda a nivel podal, y comienza a formarse la musculatura de la bóveda plantar.
Debido a que los niños en su infancia suelen tener gran elasticidad (en ausencia de patologías músculo-esqueléticas), habrá que fijarse en sus pies para corroborar que sean funcionales a la hora de realizar la marcha, que la flexibilidad de los mismos no sea excesiva (porque puede condicionar a futuros problemas musculotendinosos) y asegurarse de que no haya ningún tipo de dolor sobre estos, de lo contrario, habría que valorar los posibles orígenes de dicho dolor (en el propio pie por un problema de crecimiento o un problema postural, en la rodilla, en la cadera, …).
Por eso es importante valorar esta estructura en los niños cuando comienzan a caminar, para determinar si las características de ese pie plano son de flexibilidad o de rigidez. Para ello, realizamos un test dinámico, llamado “Jack test”, donde colocamos la planta apoyada por completo sobre una superficie estable, extendemos el dedo gordo del pie, y nos fijamos si al realizar esta maniobra, aparece el arco longitudinal interno (pie plano flexible), o por el contrario, no observamos aumento de este arco (pie plano rígido).
Es importante prevenir este tipo de problemas, dotando a esta estructura postural de situaciones que le ayuden a estimular el arco plantar y el control de la articulación del tobillo, como por ejemplo, caminando descalzos, reforzando el equilibrio, empleando un calzado que no sea demasiado rígido, ni tampoco con mucha amortiguación, para que no les influya en el juego articular del tobillo a la hora de caminar.
A la hora de realizar un tratamiento para los pies planos, nos fijaremos en la tendencia de dicha articulación. Ya que el pie plano flexible es capaz de aumentar el arco plantar corrigiendo esa alineación valga y la caída plantar. Sin embargo, el pie plano rígido no consigue aumentar este arco por problemas de alineación en la estructura ósea, por hipotonía en la musculatura plantar o por problemas de osificación o articulares en los propios huesos. Es conveniente realizar por tanto una radiografía para descartar cualquier problema óseo en las estructuras del pie plano rígido.
El tratamiento a realizar para trabajar sobre el pie plano flexible, se puede hacer con ejercicios activos para mejorar el aumento del arco plantar y la activación del tibial posterior (uno de los músculos encargados de aumentar la bóveda plantar), para ello, se le pedirá al niño que aumente el arco plantar de manera voluntaria realizando juegos como ponerse de puntillas, agarrar objetos pequeños con los dedos de los pies (arena, canicas…), hacer una cueva con el arco longitudinal interno o caminar con el borde externo podal. Pero no hay que preocuparse, puesto que a medida que vaya evolucionando esta estructura, el arco ira mejorando, debido a que no es un problema como tal.
Por otro lado, para trabajar el pie plano rígido, también es bueno activar la musculatura plantar con los ejercicios descritos anteriormente, y derivar al profesional sanitario encargado de pautar, si es necesario, una ortesis externa (como puede ser una plantilla). Hay que tener en cuenta que, la plantilla cambiará la alineación dedicha estructura en carga, de cara a la marcha, pero no corrige la postura podal.
La valoración de la marcha en los pequeños cuando comienzan a afianzarla es importante, así como también la postura, ya que nos da bastante información para determinar si hay problemas musculo-esqueléticos que puedan mejorar la alineación corporal.
Es importante fijarse si ambos pies son planos (tienen tendencia a la huella pronadora), provocando una tendencia a la caída del arco plantar a nivel podal, lo que podría condicionar también un valgo de rodillas (posición de rodillas en forma de X). O si por el contrario, es solo uno de los dos el que tiene una tendencia plana más evidente, y podría adaptar la postura, de tal manera que del lado del pie plano, dicha rodilla se posicionara en valgo, la cadera en rotación interna y aumentaría así la probabilidad de aparecer una escoliosis en edad de crecimiento por un problema podal. Todos los tratamientos relacionados con los pies planos, puedes encontrarlos en nuestra clínica, servicio de podología.