Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI)
Innovación en Fisioterapia y Rehabilitación
¿Qué es la Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI)?
La Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI) es una técnica mínimamente invasiva utilizada para tratar lesiones musculo-tendinosas y tejidos blandos. Consiste en la aplicación de una corriente galvánica de baja intensidad mediante una aguja estéril que se introduce en la zona afectada bajo guía ecográfica.
¿Cómo Funciona?
- Desintegración del tejido degenerado mediante un proceso inflamatorio controlado.
- Estimulación de la regeneración tisular mediante mecanismos naturales.
- Mejora de la vascularización para acelerar la recuperación.
Indicaciones y Beneficios de la EPI
Indicaciones Clínicas
- Tendinopatías crónicas: Rotuliana, Aquiliana, Epicondilitis, etc.
- Lesiones musculares: Desgarros, contracturas persistentes.
- Fascitis plantar y calcificaciones tendinosas.
- Cicatrices fibróticas y fibrosis muscular.
Beneficios
- Tratamiento focalizado y preciso.
- Reducción rápida del dolor.
- Recuperación acelerada y efectiva.
- Procedimiento seguro y mínimamente invasivo.
- Resultados duraderos y comprobados científicamente.
¿Tienes alguna de estas lesiones? ¡Te ayudamos a recuperarte!
¿Cómo se Realiza la EPI?
Evaluación Clínica y Diagnóstico
El tratamiento comienza con una evaluación detallada del paciente, incluyendo análisis ecográfico de la lesión para garantizar máxima precisión.
Aplicación del Tratamiento
Se introduce una aguja estéril bajo guía ecográfica mientras se aplica la corriente galvánica en la zona afectada para iniciar el proceso de regeneración.
Recomendaciones Post-Tratamiento
Se proporcionan pautas específicas de fisioterapia para mejorar la recuperación y prevenir recaídas.
Preguntas Frecuentes
¿Es doloroso el procedimiento?
No, generalmente se percibe solo una leve molestia durante la aplicación.
¿Cuántas sesiones se necesitan?
Depende de la lesión, pero suele requerir entre 3 a 6 sesiones.
¿Quiénes no pueden someterse a este tratamiento?
Personas con marcapasos, trastornos de coagulación o infecciones locales.
adecuada para la regeneración de la lesión (optimizamos el ambiente celular para una más rápida y mejor regeneración), es decir, generamos una especie de lavado de sustancias “malas” las cuales no favorecen el correcto funcionamiento del tejido. Además otro efecto interesante que provoca es un efecto inflamatorio muy local que activa el proceso de regeneración biológico natural del organismo (necesario para recuperar una lesión), que anteriormente ha fracasado. Estos efectos combinados con ejercicios específicospara cada lesión durante la fase de remodelación (curación) del tejido hacen de esta técnica una herramienta fundamental en el tratamiento de patologías musculares (roturas musculares, fibrosis cicatricial muscular), de tendón (tendinosis, tenosinovitis, fasciosis plantar). Para más información sobre la EPI puede visitar el sitio oficial de la técnica www.epiadvanced.com ¿Qué lesiones podemos tratar con esta técnica?
- Lesiones Musculares (Roturas Agudas y/o crónicas, cicatrices musculares, fibrosis..)
- Problemas de la articulación del hombro (lesiones en el manguito rotador)
- Tendinopatías en: rodilla ( Tendón Rotuliano, Cuadricipital ), Tendón de Aquiles, Cintilla iliotibial (cintilla del corredor), tendón de la pata de ganso, Tendón isquiotibial, tendón del supraespinoso,etc.
- Lesiones de codo (tendón epicóndileo, epicondilitis, codo de tenista– epitroclear, epitroclítis, codo de golfista)
- Lesiones de ligamentos (esguinces de rodilla y tobillo)
- Fasciosis (plantar, rotuliana, aquilea..)
- Neuropatías compresivas (túnel del carpo por atrapamiento del nervio mediano o ciatalgia por compresión del nervio ciático)
- Lesiones en columna vertebral (Hernia discal lumbar)
- Periostitis tibial (típica del corredor)
- Pubalgia.
– La eficacia del tratamiento con EPI y sus efectos ya han sido demostrados en procesos de carácter degenerativo como las tendinosis del tendón rotuliano (Valera F, Minaya F, 2009), las epicondilitis (epicondilalgias, “codo de tenista”,…) (Valera F, Minaya F, Sánchez JM, 2010, 2012; Minaya F, Valera F, 2013, 2014), las pubalgias y las fascitis plantares (Sánchez JM, Valera F, Minaya F, 2011).